Festival Internacional de Teatro Carmen

A partir del llamado “boom” petrolero en los años setentas, el municipio de Carmen, localizado en el estado de Campeche, México, ha experimentado un crecimiento económico importante pero también problemas sociales derivados de la extracción de petróleo. Los efectos de la actividad petrolera pueden percibirse en una mayor demanda de hoteles, precios que se disparan inesperadamente, alquileres caros, aumento de tráfico, calles y banquetas deshechas por el incremento del transporte de carga y urbano, encarecimiento de predios urbanos, asentamientos irregulares de población (incluso en tierras pantanosas y lugares no aptos para la construcción de viviendas), servicios municipales sobrecargados por una mayor demanda de agua potable y recoja de basura, contaminación del manto freático, aumento en el consumo de bebidas alcohólicas, alto índice de suicidios, delitos y prostitución entre otros.

Es decir, que aparte de la bonanza económica que produce en nuestro estado, la actividad petrolera también ha contribuido a mermar la calidad de vida y el bienestar social de la población que habita en la isla, porque un mayor bienestar para la población no sólo implica mayores ganancias económicas sino un progreso en las condiciones de vida de la misma. Así, el impacto del desarrollo petrolero en Ciudad del Carmen también ha generado nuevas demandas de tipo social y cultural. El gran crecimiento poblacional, manifiesto en la llegada de personas de otros lugares del interior de la república y el extranjero a nuestro municipio, produce también nuevas demandas de actividades artísticas. Sin embargo, el crecimiento cultural del municipio ha sido muy pobre. En los últimos años han proliferado los llamados “antros” sin ningún contrapeso o iniciativas que establezcan un balance entre centros artísticos y “antros”, de tal forma que las alternativas de esparcimiento cultural son muy escasas en nuestro municipio.

El Festival Internacional de Teatro Carmen (Fitca) surge precisamente en el 2001, con el objetivo de contribuir a subsanar esta situación y promover el desarrollo artístico y cultural de la región. El evento es una iniciativa de jóvenes artistas y entusiastas quienes más tarde deciden convertirse en Artes Escénicas Rayuela, A.C., asociación que organiza y desarrolla el Fitca. Desde entonces el evento ha recibido más de 80 producciones locales, nacionales e internacionales, y hasta su novena edición han sido representados un total de 13 países y 14 estados de la república. El Fitca siempre ha buscado mostrar al público un teatro de calidad y gran diversidad; además ha brindado la posibilidad de participar en conferencias, talleres, exhibiciones y programas de sensibilización artística, entre otras actividades, que han propiciado encuentros entre artistas y público. La inclusión de obras de temática, técnicas y géneros distintos han sido siempre decisivos a la hora de decidir su programación. Títeres, teatro clásico, clown, teatro experimental, teatro-danza, butoh y las más variadas tendencias artísticas se han dado la mano durante este Festival.

El nacimiento y continuidad del Festival se deben en gran medida a la combinación del esfuerzo y trabajo de los miembros de la asociación civil Artes Escénicas Rayuela y el apoyo económico, o en especie, que han brindado entidades como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR), el H. Ayuntamiento del Municipio de Carmen, la ahora Secretaría de Cultura de Campeche (Secult) (antes Instituto de Cultura de Campeche), el Sindicato Nacional de trabajadores de la Educación Sección 4 (SNTE04), la Universidad Tecnológica de Campeche (UTCAM), Impresos y Copias Gloria, y otros organismos que han ido aportando apoyos en diversas ediciones para la implementación de este Festival. Aunados a estos patrocinadores institucionales debemos igualmente incluir las aportaciones de un gran número de empresas locales e individuos, quienes con su trabajo y aportes desinteresados para el desarrollo cultural de la isla, también han hecho posible lograr la permanencia de este evento en nuestra ciudad. El Fitca tomó una pausa en año 2010, pero retorna con nuevos bríos, como dice el refrán: no estaba muerto, andaba de parranda…